La contienda presidencial sumó un nuevo capítulo de tensión con el choque entre Franco Parisi y Johannes Kaiser, dos de los nombres más polémicos de la carrera a La Moneda. El economista del PDG anunció la creación de la llamada “Ley Kaiser”, una propuesta que busca frenar el uso de recursos públicos en campañas, y que fue presentada como respuesta directa a los duros cuestionamientos del abanderado del Partido Nacional Libertario.
Días antes, Kaiser había minimizado a Parisi, tratándolo de “muy menor” y señalando que tenía un “tejado de vidrio” por su historial en instituciones académicas. El parlamentario incluso remarcó que no se referiría más a él, acusándolo de querer aprovecharse de su figura para ganar notoriedad. Pero la respuesta no tardó: Parisi arremetió llamándolo un diputado sin méritos profesionales y con limitaciones intelectuales, acusándolo además de encarnar prácticas de “corrupción”.
La llamada “Ley Kaiser” establece que quienes ejerzan como diputados, senadores, alcaldes o gobernadores deban renunciar seis meses antes de postular a otra elección, con el fin de evitar el financiamiento indirecto de campañas con recursos del Estado. El planteamiento abrió un debate inmediato: Marco Enríquez-Ominami coincidió en la necesidad de regular, pero acusó un “circo mediático”, mientras que Harold Mayne-Nicholls advirtió que la iniciativa, en la práctica, paralizaría por medio año el funcionamiento del Congreso y de los gobiernos regionales.
El cruce entre Parisi y Kaiser encendió así una discusión mayor sobre el financiamiento y la transparencia en la política chilena. Mientras Enríquez-Ominami propone reducir al mínimo los aportes públicos e incluso prohibir la publicidad callejera, Mayne-Nicholls enfatizó que cualquier medida debe ser aplicable y realista.